Aunque los juegos de habilidad son uno de mis géneros preferidos y a pesar de Klax tiene una portada ochentera que ya justifica comprarlo y ponerlo en un lugar de honor en nuestra estantería, se trata de un título que nunca he jugado a gusto, como esta tarde bien he recordado.
Desarrollado por Atari en 1.989, Klax es un juego de habilidad en el que debemos recoger unas fichas de colores, que van apareciendo por una rampa, de forma que desaparezcan al juntarse tres del mismo color, sea horizontal, vertical o diagonalmente.
Hasta aquí una propuesta muy sencilla, que no termina de convencer aunque las fases (u oleadas o «waves» como aquí se les llama) tienen un punto atractivo porque en cada una de ellas tenemos que cumplir un reto para superarla (puntuación, hacer sólo diagonales, sobrevivir a un número de fichas, etcétera), existiendo un total de 100 oleadas.
El problema es que el juego resulta incómodo de jugar, principalmente por dos razones. La primera que la parte ornamental de la pantalla ocupa un 70% del espacio y nuestro espacio real de juego es muy reducido. La otra es que muchas fichas son de colores similares y ésto genera una confusión adicional (e innecesaria).
Compré este juego en Toledo por 6€ y, aunque le he dado muchas oportunidades y a pesar de que como digo soy muy aficionado al género, nunca me ha entrado por el ojo derecho.
El rincón de Cozumel 